viernes, 28 de diciembre de 2007

Prescripción

En las últimas semanas, varios fallos de Corte de Apelaciones y de Corte Suprema, algunos de ellos aparentemente contradictorios unos con otros, han tenido que vérselas con el concepto de prescripción de los delitos. El 29 de noviembre, por ejemplo, la Segunda Sala de la Corte Suprema confirmó la condena al homicida del sacerdote Joan Alsina ocurrido el 16 de septiembre de 1973. La sentencia fue en fallo dividido ya que uno de los ministros fue partidario de aplicar el principio de la prescripción a favor del condenado. Tan sólo dos semanas antes, la Corte Suprema había aplicado la prescripción por el asesinato de 3 campesinos y dirigentes sindicales que fueron retirados por una patrulla militar del un cuartel de Carabineros el mismo 16 de septiembre de 1973 en Linares, siendo asesinados posteriormente. Ayer, 28 de diciembre, la Suprema dejó nulas las condenas a 10 años y un día que un juez había dictado en 2004 en contra de 6 carabineros acusados de el crimen de dos hermanos después del golpe militar de 1973, aplicando un criterio de prescripción.

No es infrecuente que el legalismo procure encerrar esta discusión en el ámbito de la experticia legalista. Y en parte es razonable porque es en los tribunales donde se aplica en la práctica este concepto (o no se aplica), y es en esa instancia donde los acusados y acusadores esperan que se haga justicia.

Pero por sobre la legalidad, producto frecuente de los humores y compromisos de las banderías políticas, y la respetable opinión de los jurisconsultos (que suelen diferir fuertemente unos de otros) y de la venerable literatura de jurisprudencia, hay un trasfondo ético que no es obviable, ni debería serlo ni aún para los que contorsionan en tribunales.

El punto ético tiene que ver con la justicia, pero no con la justicia legal, que es aquélla que aplican los tribunales, sino con aquél objetivo de justicia al que la ley debería apuntar. No se trata ni siquiera de eso que los abogados denominan el espíritu del legislador, que es el espíritu de una época en particular que regularmente no es la actual y que es el consenso de hombres de carne y hueso, muy poco espirituales, que transan y transigen en conformidad a las fuerzas y a lo que exige la corrección política del momento en que las leyes de aprueban.

La posibilidad de hacer justicia es alta en la medida que participen del proceso todos los que directa o indirectamente conocende los asuntos contenciosos, y que las situaciones objetivas existentes al momento de las acciones investigadas prevalezcan. Precisamente, las mayores obstrucciones a la ejecución de justicia dicen relación con la destrucción de las pruebas, desaparición de los testigos y transformación de los ambientes donde han ocurrido los hechos investigados. Por cierto que la ejecución de la justicia debe procurar no dejarse engañar por las acciones tendientes a impedir la justicia.

Pero la prescripción tiene su fundamento en el tiempo. Los ambientes se modifican naturalmente, las personas cambian, pierden memoria, cuando no mueren, y la confección de pruebas, debilita inevitablemente la posiblidad de hacer justicia, y eleva en la misma proporción la posibilidad de cometer injusticia. En el tiempo prevalece la acción de los que más actúan, la presión de lo políticamente correcto, y se diluye la certeza de aplicar justicia.

La fijación de un plazo para las prescripciones es necesariamente arbitrario, y debe responder a la idea del plazo en el que razonablemente en conformidad a la naturaleza de la vida y de las cosas sea improbable la realización de justicia. Este plazo puede ser discutible, pero existe y no es infinito. Es conforme a justicia que existe la prescripción.

viernes, 21 de diciembre de 2007

El celular es de las masas

En el caso de la mujer que se encontró asesinada hoy en el maletero de un vehículo en Santiago, después de haber sido aparentemente secuestrada con el objeto de extorsionar a la familia con dinero para su rescate, la disponibilidad del teléfono celular por parte de la mujer es un elemento clave del plagio. La memoria del celular ha reemplazado al antiguo anexo que se trasladaba año a año de una agenda a otra. Además tiene como ventajas su portabilidad y la facilidad de constituir un medio de comunicación inmediato. No es necesario anotar los números ni menos memorizarlos para tenerlos en la agenda. Los plagiadores, en este caso, indagaron en el celular de la víctima respecto de sus relaciones, la obligaron a hablar con su marido y un par de amigos, para no delatar sus voces, y probablemente escribieron ellos mismos el mensaje de texto a través del cual indicaban el monto por el rescate. Hace 20 años, esto no habría sido posible. El progreso tecnológico en el mundo globalizado llega a todos por la vertiginosa reducción de costos y precios, y cada vez los aparatos están más al alcance de todos y son más fáciles de operar. La tecnología ha perdido su sesgo aristocrático y está jugando a favor de la rebelión de las masas. ¡Salud Ortega!

Navidad y Solsticio

Recientemente, en España, un concejal de Sevilla ha propuesto que, en su ayuntamiento, se cambie oficialmente la denominación de “celebración de navidad” por “celebración de solsticio de invierno”. Esta proposición ha despertado en el entorno local sevillano un crispado debate ideológico, que ha contrapuesto visiones religiosas y laicas en relación con el origen de la celebración y ha puesto en discusión el sentido de la navidad.

Por cierto, el origen histórico de la fiesta de navidad se encuentra en la decisión de la Iglesia Católica, en el siglo IV, de hacer coincidir la celebración del nacimiento de Cristo con la fecha del solsticio de invierno romano, ocasión que replicaban en Roma las antiquísimas fiestas solsticiales provenientes del Oriente. Con el tiempo, y el dominio del cristianismo, la fiesta de navidad suplantó a la solsticial, que fue olvidada como fiesta popular en occidente.

La referida propuesta del concejal sevillano aparece, entonces, como un intento de restaurar el sentido original de la fiesta en esta fecha, revirtiendo el sentido religioso cristiano que la Iglesia le otorgara y que ha sido la forma en que occidente ha entendido normalmente la fiesta desde hace siglos. Podría pensarse que el concejal estima que de este modo favorece el carácter laico de la sociedad, devolviendo a la fiesta su carácter histórico pagano. Pero es dudoso e innecesario desde el propio punto de vista del laicismo. La celebración de la navidad hace tiempo que ya no tiene un sentido religioso predominante, y ello no impide que de su magia participen creyentes y no creyentes. Por una parte, los pastores eclesiásticos llaman legítimamente a sus feligreses a rescatar el “verdadero” sentido de la navidad, entendida como conmemoración del nacimiento de Cristo y como un llamado a vivir en lo que éste simboliza. Por otra parte, para el resto, que no comparte la fe cristiana o no comulga con religión alguna, la navidad continúa siendo, ya no por religión, pero si por impronta cultural, un tiempo de reafirmación de lazos con el otro, que se manifiesta en el abrazo fraterno, en la manifestación de aprecio personal y en el encuentro familiar.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Institucionalización de la permisividad

No es que sea partidario de que los padres den palizas a los niños, y tengo claro que hay abundante material científico de apoyo a que la violencia ejercida por los adultos sobre los niños es perniciosa pra el desarrollo equilibrado de sus personalidades.

Lo que resulta dudoso es que el Estado instituya como un delito al castigo físico de los padres sobre los hijos. En un primer momento parece no haber nada raro en que el Estado, que es el ente que ha sustraido en general de los hombres en sociedad civil su capacidad de defensa individual, efectue lo que le es propio, esto es, quitar a los padres la potestad de castigar físicamente al hijo como le ha quitado a todos los adultos la potestad de castigar físicamente a los vecinos. Sin embargo, este caso es diferente, porque la relación entre padre e hijo es de tipo formativo, y el Estado está debilitando la autoridad del padre, sin que por ello el Estado lo vaya a sustituir como padre.

Instituir como un delito el castigo físico de los padres es una limitación a la potestad paterna. Por lo demás no es necesaria. Todo abuso del poder no sólo de los padres, sino de cualquiera, puede ser constitutivo de delito y ser sancionado por los Tribunales. La disposición legal anunciada en Chile abre paso a la permisividad infantil y juvenil, y a la generación de denuncias irresponsables, basadas en el odio y el revanchismo.

No pidan ahora las autoridades que los padres controlen a sus niños que van a las barras bravas, si al mismo tiempo están dando señales permisivas, proporcionando instrumentos para que los jóvenes chantajeen y eludan así la debilitada autoridad paterna.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

El nombre del Blog

In solis sis tibi turba locis

es una expresión que he encontrado en los Ensayos de Montaigne, en el capítulo XXXVIII, De la soledad, y que atribuye a Tibulo, Elegías IV,13,12, y para la que he encontrado las siguientes traducciones:

"Sé una turba para ti mismo en solitarios lugares"

"Sé en la soledad tu propio mundo"

La cita está a continuación de este párrafo:

"Quien pueda debe tener mujer, hijos y bienes, pero sin aficionarse tanto a ellos que su felicidad de ellos sólo dependa. Siempre conviene tener una estancia, secreta y propia, en la que establezcamos nuestra verdadera libertad y nuestra principal soledad y retiro. Allí es donde debemos ordinariamente platicar con nosotros mismos, haciendo ese lugar tan privado que ningún conocimiento ni amistad extraña penetre. Y allí hemos de discurrir y regocijarnos, sin mujer, sin hijos, sin bienes, sin pompas, sin criados; y de ese modo, cuando perdamos todo eso no nos será novedad pasarnos sin ello. Tenemos un alma que puede replegarse sobre sí misma y a sí propia hacerse compañía, poseyendo medios propios de asaltar y defenderse, de recibir y de dar. En semejante soledad no debemos temer sufrir una ociosidad enojosa."

El mundo del ordenador y de los blogs, paradojalmente, nos inserta en el mundo como un nodo entre una miríada de puntos de la red, por lo que podemos decir que estamos infinitamente conectados; pero, por otra parte, nos condena a vivir en soledad, siendo el ordenador el medio de comunicación entre el mundo de la soledad y el mundo de los enlaces infinitos.

De allí la elección de esta expresión para denominar al blog.